“Gustav Aschenbach –o Von Aschenbach, como se le conocía
oficialmente desde su quincuagésimo aniversario- salió de su apartamento de la
Pinzregentenstrasse, en Munich, para dar un largo paseo a solas.”
Título: Muerte en Venecia
Autor: Thomas Mann
Fecha: 1914
Movimiento: Literatura contemporánea
Género: Novela filosófica
Tema: la belleza, el tiempo, filosófico
Páginas: 102
Resumen:
Gustav Aschenbach es un escritor que tras sus grandes
reconocimientos se siente agotado y sin inspiración alguna. Tras un largo paseo
decide que es hora de realizar un viaje. De este modo acaba en las blancas
playas de Venecia. Se suponía que tan solo iba a pasar allí un par de días,
hasta que un atardecer descubre un joven adolescente. Tadzio, del que se
enamora perdidamente.
“Le hacía falta, pues, un paréntesis, cierto contacto con la
improvisación y la holgazanería, un cambio de aires que le renovara la sangre a
fin de que el verano fuese tolerable y fecundo. Viajar, sí… aceptaba la idea.”
Opinión personal:
Esta es una novela muy corta. Tiene un argumento muy simple.
Tan solo consta de dos personajes que en ningún momento interaccionan entre sí.
Y aún así, juro, que es de los libros que más me ha costado leer en esta vida.
Son apenas 100 páginas, pero con fundamento. Lo leí hace un año y creo que sigo
un poco obsesionada con él. En muchos de mis escritos hago referencias a este
libro, por ejemplo Muerte en Venecia
es el libro favorito de una de mis protagonistas o en un relato breve al protagonista
lo llamé Tadzio.
“Una especie de hechizo que invitaba a la indolencia parecía
emanar de su asiento, de aquel sillón bajo y tapizado de negro que se mecía
muellemente siguiendo los golpes de remo del despótico gondolero.”
Este libro es una reflexión filosófica acerca de la belleza,
la juventud y la pérdida de la misma. No hay apenas ningún diálogo, y de hecho,
casi no hay puntos y aparte. Esto hace que a un lector que no está acostumbrado
al ensayo o al texto filosófico se pueda sentir atemorizado ante estos enormes
párrafos que ocupan páginas y páginas. Esto, unido a la falta de acción que hay
en el libro hace de Muerte en Venecia una novela corta pero muy pesada.
Por otra parte debo de comentar que como autor Thomas Mann
me resultó uno de los que posee un estilo más cuidado y laborioso. Al leer sus
páginas todo encaja, cada palabra está medida al milímetro para dar al lector
la sensación que él deseaba transmitir. Al mismo tiempo es terriblemente complejo.
En pocas palabras, en este libro no hay nada de sencillo (ni si quiera los
nombres de los personajes).
“Después, apoyándose en el respaldo, los brazos indolentes
caídos, abrumado y sacudido varias veces por escalofríos, musitó la fórmula
fija del deseo, imposible en este caso, absurda, abyecta, ridícula y, no
obstante, sagrada, también aquí venerada: Te amo.”
Cuentan las leyendas que Thomas Mann se basó en una
experiencia propia para escribir este libro. Yo no sé cuánto de verdad hay en ello
y cuanto de rumor, pero tampoco creo que haya que buscarle tres pies al gato ni
acusar a Thomas Mann de pedófilo. En mi humilde opinión creo que la belleza
viene representada por un joven adolescente, no porque al autor le gustasen
desde un punto de vista sexual o romántico, si no porque (más teniendo en
cuenta que el libro está escrita a principios del siglo XX) poner a un menor de
edad y además hombre como materialización de la belleza y el amor romántico, era
el modo más visual de representar algo totalmente prohibido e inalcanzable.
“¿No había deseado que la travesía fuera larga, que durase
eternamente? Lo más razonable y, sobre todo, lo más placentero era dejar que
las cosas siguieran su curso”
La atmósfera del libro se debate entre la belleza de la
ciudad, de las playas, de todo lo que rodea al protagonista, y la angustiosa e inevitable
calamidad que se cierne sobre él.
El único personaje, el gran protagonista del libro es Aschenbach
y toda la novela transcurre, más que en Venecia, en el interior de su cabeza. A
lo largo de las páginas vemos como el personaje cambia poco a poco. Al
principio no te das cuenta de que esta es una caída del personaje, el anochecer
de su vida. Aschenbach se aferra a algo que inevitablemente está llegando a su
fin que poco a poco ve como se le escapa de las manos, sin que apenas nadie se dé
cuenta de ello.
Tadzio más que un personaje es un ente efímero,
inalcanzable, una ilusión que se desvanece de un momento a otro. ¿No es acaso
como la vida misma?
“Pero sobre este cuello, cuya extraña elegancia no acababa
de hacer juego con el carácter del traje, reposaba la incomparable flor de su
encantadora cabeza: la cabeza de Eros, recubierta del esmalte amarillento del mármol
de Paros, con sus finas y graves cejas, sienes y orejas ocultas bajo la oscura
y sedosa cascada de rizos, que caían en ángulo recto.”
Te recomiendo este libro si:
- Te interesa la filosofía.
- Eres de los que buscan siempre algo a lo que aferrarse en la vida.
“Lo llevaron a su habitación, y, aquel mismo día, un mundo
respetuosamente conmovido recibió la noticia de su muerte.”